La tradicional danza de los viejitos, originaria de Michoacán, es una tradición emblemática de nuestro país, conocida nacional e internacionalmente, pues esta danza le ha dado la vuelta al mundo, en todo el mundo, es conocida, admirada y apreciada. El origen de esta danza fue una expresión “teatral” con la cual buscaban realizar una “burla” a los españoles (por ello los rasgos europeos característicos en la máscara).
También se dice que la danza tiene un origen y sentido completamente ritual y religioso, pues se llevaba a cabo, cada cambio de estación, es decir cada solsticio y cada equinoccio y se ejecutaba en honor del Dios viejo Tata Huriata y siempre eran cuatro los danzantes, originalmente uno de los danzantes era representado por una máscara de niño o joven, pues era la estación naciente, y las otras tres estaciones eran representadas con máscaras de viejos, que correspondían a las otras tres estaciones ya pasadas y si se fijan bien, cuando se ejecutan bien se enlazan los cuatro danzantes, el primero le pone mucha, pero mucha energía a su danza y en contraparte el último de la fila aparenta que ya no puede, que está dando las últimas y ello corresponde a la estación entrante y a la saliente.
Esta danza se realizaba por cuatro chamanes. El cuatro es un número importante en las características de esta danza – vestimenta.
Ya que cuatro son los componentes de la danza de los viejitos, pues cuatro son las estaciones del año, cuatro son los puntos cardinales, cuatro son las extremidades del ser humano, cuatro son los elementos que conforman el cosmos (tierra, fuego, aire y agua), cuatro son los colores básicos (negro, rojo, amarillo y azul) que combinados uno con otro nos dan toda la gama de colores que existen, y cuatro son los colores del maíz (rojo, azul, blanco y amarillo).
La danza de los viejitos es un orgullo y tradición importante en México.
